sábado, 31 de octubre de 2009

A quien recurrir? el gran malentendido


¿A quién recurrir? Esta es una de las preguntas más comunes: Si tienes un problema con tu computadora llamas al servicio técnico, si tienes problemas con algo eléctrico llamas a un electricista, si tienes un problema médico llamas a un doctor, y para cada tipo de situación no falta alguien que encuentre en ello una fuente de subsistencia. El problema es que en la vida hay cosas más complejas donde no sabemos a quién llamar, en especial cuando se trata de nuestro corazón, entonces algunos de modo simplista te dicen que debes recurrir a Dios pero no sabes como y al final después de mucho sufrir te das cuenta de que había una solución pero no sabías como llegar a ella.
Los problemas con nuestras emociones siempre tienen una razón explicable y por consiguiente tanto la causa como la solución se pueden procesar a través de nuestro cerebro. ¿Te sientes mal? ¿Tienes un problema? ¿Dudas, confusión, un asunto pendiente del cual no sabes a quién recurrir? Lo primero que debes saber es que esa situación está ahí con un propósito y Dios no permite pruebas sin un propósito o solución. Luego te enfocas en cual es el beneficio de esta situación y luego en que hay una persona indicada o un recurso apropiado al cual vas a recurrir en pos de resolver la situación de la manera más conveniente posible. Si la respuesta típica es que debes recurrir a Dios es porque detrás de cada situación de la vida hay un Dios bien intencionado que quiere bendecirnos y que está por utilizar lo que sea o a quien acepte ser utilizado para bendecirnos. No uses a Dios como excusa para no recurrir a una solución práctica, no digas Dios que El es tu medico como excusa para no visitar al medico, no uses la Biblia como excusa para no revisar buenos libros con consejos para responder a tus preguntas, la Biblia misma te manda: “Examinadlo todo, pero retened sólo lo bueno.” 1 Tesal. 5:21
Esto implica estar abierto a escuchar con inteligencia y permitir al Espíritu Santo de Dios guiarnos hacia lo que conviene, “todo me es lícito más no todo me conviene” Dios quiere que aprendamos a usar nuestro cerebro y apliquemos su potencial para bien, por eso como indica el proverbio judío: "En la abundancia de los consejeros está la sabiduría" Es una buena manera de confirmar que estamos siendo responsables respecto a buscar lo que conviene, si queremos estar seguros de seguir el mejor consejo, tal como dicen los proverbios “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.” Proverbios 11:14 (RV60) En pocas palabras disfruta la libertad de preguntar, buscar y aprender; sólo hay una pregunta tonta y es la que no se hace. Dios va a poner no una sino varias personas, un buen consejo es bueno porque a sido confirmado por otras opiniones que lo refuerzan, si tienes un problema y si tienes una necesidad busca ayuda porque el que busca encuentra.
Recuerda que Dios te da su palabra y su espíritu, puedes confirmar la veracidad de la verdad de Dios en la vida de otras personas, nunca centrado en sí mismo.
Dios te bendiga y te provea de la sensibilidad para aceptar el consejo.
Para más información: almagrisley@gmail.com