jueves, 15 de abril de 2010

¡Enemigo de la ignorancia!

Durante la historia de la humanidad quizás el peor enemigo del ser humano ha sido la ignorancia, hoy día la ignorancia y todos sus derivados siguen siendo la causa de mucha infelicidad, desempleo, pobreza, corrupción, injusticia y muchos otros problemas sociales. Esto a pesar de que en la actualidad tenemos muchos recursos para defendernos al respecto; empezando por la invención de la imprenta, la libertad de expresión y la educación pública hasta la Internet y todos los esfuerzos por dejar sistemas de información abiertos, el ser humano a establecido un puente para que las personas inteligentes y dispuestas a esforzarse se vacunen contra este mal. Por eso hoy en día a nadie le gusta ser considerado un ignorante, aquella conocida frase de Jesús que dice: “la verdad os hará libres” es un argumento usado hasta por los que se dicen llamar ateos, los grandes proyectos se construyen desde el interior de la cabeza del hombre instruido, todo mundo sabe que nada puede detener una mente educada, que el conocimiento puede ser un arma poderosa así como con inspiración un músico no necesita su cuerpo para componer, el inventor puede prescindir de herramientas y crear algo genial, incluso se puede llegar a generar una fortuna con poca inversión, porque sólo se necesita una gran idea. El conocimiento es una construcción donde cada nuevo escalón que se yergue en la mente es una estructura física real sobre la cual apoyarás tus próximos pasos. ¿Quien puede detener algo tan poderoso que se construye desde adentro de tu mente? Para tener una gran idea necesitas tener la mente ocupada y por eso sólo los enemigos de la ignorancia logran trascender con sus ideas. Es como cuando lees algo y se te ocurre una buena idea, o como el artista que se vuelve muy observador porque busca inspiración, la vida misma y el conocimiento se alimenta de lo que inspira al ser humano. Lo que todos necesitamos comprender es que hay una fuente infinita de inspiración, la sabiduría eterna, el conocimiento que viene desde el corazón mismo de Dios, la verdad que nos permite conocer el propósito mismo de nuestra existencia, la fuente inagotable de luz que nos libera de la ceguera de toda ignorancia. Es a través del conocimiento de la verdad en la palabra de Dios que un universo se abre gratuitamente para que nosotros aprendamos a vivir, por eso Jesús nos dice con sencillez: "todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.» (Mateo 7:24-27 NVI) Jesús sabía que todo lo que dicen las Sagradas Escrituras, que nosotros llamamos Biblia, es inspirado por el creador para nuestro propio bien, sólo así podemos conocer el camino que nos lleva a El a través del saber vivir de acuerdo al propósito por el cual fuimos diseñados, aunque sea como gradas cuesta arriba e impliquen un gran esfuerzo, sabes que mientras más alto llegas más lejos llega tu vista y con mayor amplitud. Si odias ser engañado, ama la verdad, lucha a favor de lo correcto y te convertirás en un enemigo de la ignorancia. De modo que si decides abrazar la verdad de Dios en tu vida mientras te esfuerzas por entender su voluntad, la eternidad se abrirá junto a ti, para que puedas alcanzar la luz de Dios y luego por su gracia, te elevarás por encima de tu propio entendimiento.