jueves, 27 de agosto de 2009

Unidad en Cristo

Todos soñamos con una familia o un circulo de amigos que nos hagan sentir felices. Contar con un círculo de seres queridos genera seguridad, no sólo porque nos cuidamos las espaldas sino porque satisfacemos necesidades psicológicas de aceptación, autoestima, compañía, facilita nuestras relaciones sociales y provee las condiciones para disfrutar la vida más plenamente. Tal vez estás pensando que las personas con las que más peleas es con tu familia pero esto se debe a la intimidad genera sensibilidad, la confianza vulnerabilidad, el constante contacto con algo o alguien monotonía, entre otras circunstancias que si no se saben manejar pueden perjudicar nuestras relaciones. Bajo todo punto de vista tener un círculo de amigos o una familia es no sólo una necesidad del ser humano sino también una bendición que nos permite disfrutar de las condiciones optimas para la realización personal. Esto sin considerar que la convivencia puede propiciar condiciones de mutualismo a favor de nuestra economía, la administración de nuestro tiempo o nuestras energías. Esto debería motivarnos a tomar ventaja en cuanto a los beneficios de esta circunstancia aprendiendo a controlar las emociones que perjudican nuestra capacidad de relacionarnos con nuestro círculo inmediato. Cuando tus seres queridos están interesados en ayudarte es mejor ser sincero y explicar lo propenso que estás a enojarte o entristecerte por causa de determinada situación personal como el stress de tu estudio, trabajo o un problema que manejas, si eres mujer será mejor que solicites un poco de paciencia si estás con tu periodo o si eres un hombre joven puedes explicar que necesitas tiempo para hacer deporte porque eso te ayuda a manejar la ansiedad, créeme que es mejor eso a cerrarte en una burbuja y no querer dar una explicación de tu comportamiento. Con un poco de sinceridad, humildad, integridad y “asertividad” podemos aprender a convivir mejor, sea lo que sea que te robe la paz interior en Cristo encontrarás la formula para su paz gobierne tu corazón. La Biblia dice que debemos llevar “cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” esto ocurre porque por lo general son nuestros propios pensamientos los que atentan contra nuestra fe. Por eso es por el conocimiento de Cristo y la llenura de su espíritu que podemos ir “5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.” 2 Cor. 10. Tu quieres disfrutar de una buena relación con tus seres queridos? Debes ser lleno del amor y el conocimiento de Cristo! Tanto para hacer sentir bien a los demás como para poder tomar lo bueno de ellos necesitas los frutos del Espíritu de Dios fluyendo a través de tu vida! Eso es algo que sólo ocurre como consecuencia de tu experiencia espiritual con Cristo, básicamente lo que necesitamos es ser más como Cristo para funcionar mejor, Jesús siendo Dios se hizo como el más pequeño entre nosotros y nos mostró como ser la compañia ideal!... por eso El es mi mejor amigo y el ejemplo que sigo en cada paso, me despido compartiendo uno de mis pasajes bíblicos favoritos y uno de los más estratégicos si queremos vivir feliz y si queremos hacerle la vida feliz a las personas que nos rodean… es en Filipenses 2 y dice así: “1 Estoy seguro de que Cristo les ha dado a ustedes poder para animar a los demás. El amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, y sé que todos tienen el mismo Espíritu y son compasivos.2 Por eso les pido a todos ustedes que me hagan totalmente feliz, viviendo en armonía y amándose unos a otros. Pónganse de acuerdo en lo que piensan, deseen las mismas cosas y3 no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad y vean a los demás como mejores a ustedes mismos.4 Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos.5 Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo: 6 Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. 7 Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos. 8 Como hombre, se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡murió clavado en una cruz! 9 Por eso Dios le otorgó el más alto privilegio, y le dio el más importante de todos los nombres, 10 para que ante él se arrodillen todos los que están en el cielo, y los que están en la tierra, y los que están debajo de la tierra; 11 para que todos reconozcan que Jesucristo es el Señor y den gloria a Dios el Padre.”

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